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nuestro proyecto

¿Por qué creamos este proyecto?
Consumir productos artesanales palestinos es mucho más que una simple elección de compra: es un acto de solidaridad, justicia y esperanza.

Dignidad y Resistencia

Desde aquí, a miles de kilómetros, decidimos tender un puente.

Desde aquí, a miles de kilómetros, decidimos tender un puente. Un puente hecho de zaatar, aceite de oliva, kufiyas, jabones y dátiles. Productos que no son solo eso, sino símbolos vivos de resistencia, tradición y dignidad. Cada uno de ellos lleva consigo siglos de historia, de herencia cultural y de lucha por la vida.

Frente a la ocupación y a la continua colonización del territorio palestino, acceder a lo más básico —cultivar la tierra, vivir de lo que se produce, cuidar a la familia— se ha convertido en un acto de resistencia. Las comunidades palestinas enfrentan cada día desafíos que amenazan su soberanía, su sustento y su identidad.

Aun así, no se rinden.

Este proyecto nació del deseo profundo de apoyar directamente a esas personas: agricultores, cooperativas familiares, pequeñas industrias agroalimentarias que, a pesar de todo, siguen produciendo con amor, con cuidado, con orgullo. Nos pusimos en contacto con quienes sostienen esa red de trabajo en Palestina, y así, con la colaboración de Al Ard (Nablus – Cisjordania), trajimos nuestro primer pedido.

No nos defraudaron.

Llegaron productos auténticos, hechos a mano, con sabor y sentido. Y junto a ellos, una toma de conciencia más fuerte, más clara: cada compra es un gesto político. Cada venta ayuda a sostener la economía local, a preservar una cultura en peligro, a dar esperanza a quienes luchan por una vida digna.

Ya sabíamos de las condiciones de colonización que sufría el pueblo Palestino por parte de Israel, pero nuestra visita allí en 2010 nos impactó por la crudeza de la realidad.

El tiempo fue pasando y la vida quiso que en 2023 nos encontráramos con una delegación de personas venidas de Cisjordania, uno de los tres territorios, que junto con la franja de Gaza y Jerusalén Este, constituyen actualmente el estado Palestino, aunque la comunidad internacional nunca lo ha reconocido unánimemente como estado soberano.